Por: Nelson Fernando Mariño M.Sc.
A pesar de lo duro y compleja de esta pandemia, es claro que la globalización no se acabará. Sin embargo, afectará de manera diferente industrias y negocios, acelerando prácticas y tendencias para algunas, mientras que para otras se recoge y torna más local, pero en cualquier caso requiriendo transformación de sus redes logísticas.
Cuando se habla de red logística, se refiere al conjunto de nodos de suministro (plantas) que permiten llevar los diferentes productos (incluye materias primas, productos en proceso y terminados), a través de sus nodos de distribución (bodegas), hasta los nodos de clientes (tiendas y almacenes), para que sean entregados a los diferentes consumidores, a través de los arcos (transporte) que los trasladan a lo largo de toda la red.
No hay regla general que aplique a todas las industrias, pero algunas tendencias acentúan o aceleran cambios que eran esperados para próximos años. Para efectos de esta nota las dividiré en cuatro grupos en función del grado de apertura o recogimiento que las impacta.
1- Las que se hiper-globalizarán:
Común a todos los negocios y que, si bien no transa bienes físicos, afecta las decisiones de toda la red logística, es la de la tecnología de información. Una orden de compra para abastecer un mercado de Polonia, desde un proveedor en Corea, puede ser tomada por un decisor en Canadá, usando una herramienta desarrollada en India que es hospedada en Chile y soportada por un equipo que puede estar en México.
El desarrollo de la tecnología, permite conocer información de inventarios, ventas o consumo a diario o hasta en tiempo real. Con analítica, herramientas y la capacidad computacional actual, se pueden hacer análisis de diferentes mercados, no importa en donde se encuentren. Esto aplicaría también a un ruteo de vehículos o la asignación de pedidos para despacho. Esta capacidad permitirá reorientar los flujos y la red logística y sus diferentes elementos de inventario, producción y transporte debe poder reaccionar con la misma agilidad.
2- Las que se mantienen, pero transforman:
Una red hiper-globalizada, como por ejemplo la de vehículos o equipos electrónicos donde sus diferentes partes se abastecen, desde cientos de proveedores en diferentes lugares del mundo, tendrán que reajustarse. Dichas redes típicamente buscan eficiencias en compra, asignando la producción de sus diferentes componentes a proveedores en regiones de bajo costo, aun a costa de tiempos más largos de ciclo y más inventario en la cadena.
Pero el mismo control de costo o metodologías “lean”, presionan para que se mantengan bajos inventarios y si bien se anticipan variaciones, no contemplan interrupciones importantes, ni mucho menos una como la que estamos viviendo en esta pandemia, que desnudó grandes falencias y rompimientos inesperados, algunas veces de componentes que no parecían críticos a la luz de su impacto en costo o suministro y cuya evidente exposición al riesgo no se visualizaba.
Esta premisa de costo cambió, ahora se es más consciente que el costo no es un driver sostenible y que el servicio y continuidad del negocio, son más relevantes. Esto aunado a una creciente necesidad de medir el impacto ambiental y reducir la huella de carbono, presionará para que este tipo de redes, aunque seguirá globalizada se simplifique y reduzca dependencia de muchos proveedores.
3- Las que fortalecen su modelo:
Un ejemplo es la industria de confecciones de algunas cadenas como ZARA que combina abastecimiento global de algunos insumos como telas, pero con producción más local, cerca de los mercados que atiende y acompañado de procesos logísticos de rápida respuesta. Este modelo reduce la dependencia externa y su vulnerabilidad y a su vez permite ajustes al mercado más flexibles, por su cercanía.
Claro seguramente debe reajustar sus políticas de abastecimiento e inventarios, así como acuerdos, fortalecimiento y desarrollo de proveedores tanto locales como internacionales, que seguramente lo lleve a una reducción de su número. Algunas industrias de alimentos o metalmecánica con materias primas o insumos importadas, también encajan en este modelo.
4- Las que se tornan más locales:
En particular para algunos bienes de consumo masivo o alimentos, hay que repensarlas de cara no solo a la vulnerabilidad sino al impacto ambiental. No tiene mucho sentido logístico, ni ecológico, importar agua, una bebida embotellada, un detergente, una salsa o alimento básico, que pueda tener producción local. Si bien hay un posicionamiento de marca, los atributos reales no generan un diferencial de desempeño importante y el rompimiento de las redes afectó su costo y servicio.
Aun si la calidad es mayor y el costo no sea un diferencial importante, el consumidor es cada día más consciente del impacto que genera. Pero además la intermitencia y vulnerabilidad del abastecimiento se pagan lo que entre otros incrementa el inventario y las hace más costosas. Así mismo los gobiernos podrán imponer nuevas barreras, para proteger industria local, de cara a una reactivación que tendrá mayor participación local de manufactura y no solo comercio.
Para cualquier cadena global, regional o local es clave mantener el mapeo de su red, que implica identificar el conjunto de proveedores existentes y establecer relaciones estrechas que van más allá de enviar una orden de compra. Ahora se hizo más evidente que el proveedor así sea de un insumo menor como un empaque o una tinta puede generar un rompimiento de su red logística.
Con este mapeo, identifique cual es la relación más débil en las diferentes ramas de su red, la cobertura que tiene y el tiempo que le tomaría a su proveedor retornar al abastecimiento regular, trabaje con el identificando como mitigar el riesgo. Con su equipo estableciendo planes de contingencia y acciones alternativas que incluyan sustitución de productos, priorización de productos, clientes y mercados.
Durante esta pandemia se evidenció una vez más la importancia de tener una robusta cadena logística y unos procesos de abastecimiento sólidos. Contrario a lo que se podría haber pensado al principio, los países asiáticos saldrán fortalecidos de esta pandemia, porque además de haber mostrado por ahora una contención exitosa del virus, sus redes logísticas se restablecieron rápidamente y continúan sin la intermitencia de las de occidente.
Por eso se hace necesario que reconfigure su red logística, aproveche las grandes ventajas que trae la tecnología informática que le permite monitorear aguas arriba y aguas abajo el estado de sus componentes y productos. Convierta a sus proveedores en verdaderos aliados, no de retórica sino de acción. Incluya los de servicio como transportadores, identifique y desarróllelos convirtiéndolos en verdaderos aliados de negocio que se integren a su operación, más allá del slogan y discurso poco aplicado a la realidad.
Artículo publicado en la Revista Dinero
Fecha: 11/25/2020
Link publicación: https://www.dinero.com/empresas/articulo/globalizacion-y-logistica-la-pandemia-implica-reconfiguracion-por-nelson-marino/307797
