Actualidad Logística

Minimizar desperdicio en la vacunación: una necesidad diferente

Uno de los nuevos retos que estamos enfrentando marca un diferencial respecto a procesos previos de vacunación: reducir al máximo el desperdicio de una vacuna que es escasa.

Por: Nelson Fernando Mariño M.Sc.

Esta columna fue escrita en coautoría con Ciro Alberto Amaya Ph.D.* y Ricardo García Fonseca MD.

 

El procedimiento de vacunación es en la práctica simple y limpio, pero toda la logística y preparación requerida es compleja. Aún más en esta inédita situación de pandemia, lo que lo hace completamente diferente e implica repensarlo y adaptarlo para que sea veloz, preciso y minimice el desperdicio, aprovechando los muchos recursos disponibles.

Un proceso convencional de vacunación opera, entre otros, con planificación anticipada y suficiencia de vacunas. En ese contexto prima la salud del individuo sobre el desperdicio, por lo que por ejemplo, el manual del Programa Ampliado de Inmunización (PAI) indica adecuadamente que “No dude en abrir un frasco, aunque haya pocos niños y niñas para vacunar” o “Asegúrese que se disponga de suficientes productos biológicos y suministros”. Cuidado: esta no es la situación de hoy.

En la situación actual, en la que estamos envueltos en escasez manifiesta, lo relevante es la salud, pero no la individual sino la colectiva. Y esto, por simple que parezca, es otro componente que cambia la concepción y el despliegue de todo el proceso de vacunación.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el desperdicio de vacunas en el proceso normal de vacunación supera el 50 por ciento en todo el mundo. El PAI nuestro lo estima entre un 20 a 65 por ciento según la vacuna. Pero una buena comprensión de dónde se produce el desperdicio en la cadena de suministro de vacunas y una acción dirigida en puntos cruciales de esa cadena puede ayudar a minimizarlo. Veamos algunos puntos a trabajar.

1. Cantidad de centros de vacunación: preferible menos muy productivos, que muchos de baja capacidad

Lo que se conoce, y debido a que así es más eficiente la producción, es que algunos de los proveedores tienen viales con presentación entre 6 y 10 dosis. Entonces, al momento de hacer vacunación masiva en una red altamente fraccionada, es imposible controlar que el agendamiento de personas coincida todos los días y en todos los centros con un múltiplo exacto del frasco abierto. Supongamos que por este efecto tan solo se perdieran en promedio 4 dosis diarias por punto: multiplicando esa cifra por 30 días y 3.000 o más lugares como se ha anunciado en Colombia, en un mes se podrían perder 360.000 dosis.

2. Lista de espera para cero desperdicios: manejar una lista ampliada, dinámica y con muchos candidatos

Si bien la prioridad general se debe respetar, es natural que no se presenten todos los candidatos agendados como ya se ha observado. En particular con vacunas lábiles como la de Pfizer-BioNTech, es preferible usarlas a perderlas: lo mejor es tener una lista que se actualice permanentemente para citar candidatos de un día posterior o un siguiente grupo. Simultáneamente se debe elaborar el listado de las personas que no se presenten para que estime en días posteriores cuanta gente citar adicional para no perder ritmo o vacunas y planificar un eventual reagendamiento.

3. Vacunación domiciliaria: de hacerse, que sea excepcional

Si bien puede requerirse, debe ser una excepción. La vacunación domiciliaria es poco productiva, consume más recursos, genera más riesgo de pérdida de dosis y dificulta la cadena de frío. Además, es más costosa. Hacerla masivamente es muy complejo y solo debería acudir a ella en casos excepcionales y con vacunas que no tengan presentación de multidosis.

4. Se pueden usar puntos de microconcentración para ciertos casos

Esta táctica sirve, por ejemplo, para centros de adultos mayores o en zonas lejanas donde se cita masivamente a la población para cubrirla toda en un corto tiempo. Nuevamente está latente el riesgo de perder dosis, por lo que será necesario una muy buena campaña de difusión, precisa coordinación, tener claros planes de contingencia y usar vacunas de fácil condición de transporte.

5. Criterios de agendamiento: simples y flexibles

El tiempo también es clave y vacunar con velocidad es crítico. Se deben buscar criterios simples que minimicen la complejidad de las bases de datos que van y vuelven entre instituciones, restan velocidad al proceso y nunca estarán completas. Si bien se espera tener una mayor proporción de candidatos agendados, se debe estar preparado para vacunar candidatos no agendados, manteniendo la prioridad general. Por edad y días es simple y eficiente.

6. Unidad mínima logística: se debe minimizar el toque de frascos

En toda cadena logística, y esta no es la excepción, es claro que cada toque del producto genera improductividad, riesgo de pérdida por manipulación o de la cadena de frío. En los centros de acopio, en lo posible priorizar el manejo de cajas y que los frascos solo sean manipulados en el centro de vacunación masiva; si es necesario, que desde allí se distribuyan a lugares de microconcentración cercanos y que, si no se usan en su totalidad, puedan regresar ágilmente.

7. Reabastecimiento continuo: hacerlo ágil y con alta disponibilidad de transporte

En una cadena logística convencional, se busca un balance entre costos de transporte e inventario en cada punto, pero en este caso como la escasez e incertidumbre priman, el inventario de dosis debe estar cerca al origen -en este caso los centros de acopio-, lo que permite además balancear mejor su asignación. En los centros de vacunación debe permanecer el mínimo de inventario y ser reabastecido frecuentemente -a diario si es necesario-, acorde a su consumo y desempeño. Si se asigna mucho inventario, se aumenta el riesgo de pérdida y además se dificulta una mejor asignación. Ahora se requiere tener alta disponibilidad de transporte y algoritmos de asignación ágiles, tanto de los centros de acopio principales a secundarios y desde allí a los centros de vacunación. Por supuesto, si son muchos lugares es más compleja la labor. Por ello, el número de centros es clave y es preferible pocos estratégicamente ubicados.

8. Cadena de frío: asegurar su mantenimiento

Según lo que se espera, se manejarán vacunas con tres tipos de temperatura: refrigeración (entre 2 – 8 grados) para vacunas como AstraZeneca o Janssen, congelación (-20 grados) para la de Moderna, y ultra congelación (-70 grados) para PfizerBioNTech (el CDC autorizó temperatura congelación). Garantizar la cadena de frío es clave, y para ello debe estar complementado con tecnología de seguimiento, en lo posible integrada al dispositivo de transporte. Aunque en general es requerida, es particularmente necesaria para zonas lejanas y de difícil acceso una tecnología innovadora como “MagnaCold”.

9. Se debe desarrollar un tablero de indicadores de tasas y tipos de desperdicios

Es clara la necesidad de un tablero de control con datos abiertos. Pero, además de los indicadores de vacunación, es crucial hacer un monitoreo de los desperdicios de vacunas generados en diferentes niveles de la cadena: es clave identificar bajo qué circunstancias se están generando y rápidamente tomar acciones correctivas.

10. Perfeccionamiento del proceso: cada día debe ser mejor

Tenga los suministros apropiados y disponibles para la aplicación. Utilice las jeringas recomendadas para cada tipo de vacuna. Para vacunas multidosis como la de Pfizer-BioNTech, Moderna o AstraZeneca, se requieren jeringas de bajo espacio muerto, como se detalla en esta nota de la revista Science o esta de El Espectador, por lo que es clave asegurar el suministro. Perfeccione el proceso; las malas prácticas de aplicación pueden generar desaprovechamiento de dosis o contaminación de viales abiertos. Pero en particular actúe para mejorarlo cada día. Tasas de vacunación de 6 personas por hora por equipo son muy pobres. Trace un objetivo ambicioso, de ojalá 60 por hora, y rompa las barreras que lo limiten.

11. Recurso humano: aprovecharlo

Tener inventario de vacunas es un desperdicio, disminuya el inventario mediante el aumento de las tasas de vacunación. Las vacunas son el recurso escaso, de modo que debe sincronizar la velocidad de aplicación de los vacunadores a la tasa de llegada de vacunas. A mayor inventario, mayor probabilidad de generar pérdidas y desperdicios. No pierda el foco; el objeto de esta campaña de vacunación es inmunizar prontamente a todos los ciudadanos.

12. Asignación y distribución eficienteequidad no implica efectividad.

El acceso y convocatoria para algunas zonas profundas y rurales del país, e inclusive en muchos municipios, es complejo. Además, muchos con baja o nula capacidad hospitalaria. Es más eficiente, por ejemplo, en un par de jornadas vacunar todos los mayores de 65 años de un municipio o cabecera municipal que convoque masivamente, a hacerlo por tramos con mayor riesgo de desperdicio.

13. Organismos de control: proactivos no reactivos

La actividad de los organismos de control, si bien es bienvenida, inevitable e indispensable, suele ser reactiva y algunas veces obstaculiza la labor. Es más efectivo diseñar procesos y procedimientos simples y reforzar capacitación, que pretender que un funcionario controle cada posible momento de pérdida.

Los retos continúan y se deben combinar diferentes tareas y tácticas de vacunación; si bien estamos convencidos que el eje central en la pandemia son las “fábricas de vacunación” (quitando las barreras asociadas al tipo de afiliación y empresa EPS, trabajando todos de manera conjunta y colaborativa), se debe combinar con otras tácticas que se adapten a las necesidades de la población y en particular en zonas lejanas y de difícil acceso, porque allí es más complejo controlar la pérdida.

Estamos ante un desafío cuya magnitud supera cualquier plan de vacunación previo, tanto a nivel global como a nivel de cada país; hay muchas oportunidades de mejora y debemos observar que observar países que iniciaron antes y capitalizar esta ventaja.

Además es necesario integrar diferentes perfiles personales y capacidades empresariales, no solo las gubernamentales, en un reto que debe ser resuelto transdisciplinariamente y debe buscar un óptimo global y en el que todos debemos halar en la misma dirección.

 

Artículo publicado en La Silla Vacía
Fecha: 22/03/2021
Link publicación: https://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-innovacion/minimizar-desperdicio-la-vacunacion-necesidad-diferente-77840

 

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