Simulador
Un simulador es una herramienta que permite la representación de la operación de un proceso o sistema real para ser ejecutado paso a paso. Esta ejecución se puede llevar a cabo mediante un sistema de computador con o sin apoyo de hardware.
Un simulador tiene como objetivo inferir características funcionales a través de la observación del comportamiento del sistema durante un periodo de tiempo.
Para hacer efectivo un proceso de simulación, la clave está en lograr un adecuado balance entre la técnica y la solución de la situación de interés.
Es posible evaluar el comportamiento de un sistema a través de la construcción de un modelo de simulación. El modelo incluye supuestos razonables, que describen la operación del sistema en términos de las relaciones matemáticas, lógicas y simbólicas.
Con un simulador se logra evaluar el comportamiento del sistema frente a cambios potenciales. Del mismo modo se puede evaluar el desempeño de nuevos sistemas en etapas de diseño.
Desde el punto de vista técnico, un simulador combina diferentes técnicas analíticas como estadística, probabilidad y procesos estocásticos. Se puede incluir elementos de programación y análisis de procesos.

¿Por qué usar un simulador?

Porque permite el estudio y experimentación del sistema integrando diferentes niveles de complejidad:
Dinámica
En general los sistemas reales varían con el tiempo y los eventos de un instante pueden determinar cambios significativos al sistema en instantes futuros.
Estática
Existen sistemas que, sin depender necesariamente del tiempo ni incluir incertidumbre, comprenden un gran número de relaciones entre sus componentes haciéndolos altamente complejos.
Estocástica
Los sistemas reales están sujetos a incertidumbre, no son predecibles y en general sus componentes siguen comportamientos aleatorios. Por ejemplo los tiempos de atención, tiempos entre arribo de órdenes de trabajo, la cantidad de órdenes, entre otros.

Porque en algunos sistemas los métodos matemáticos no son suficientes, ya que la complejidad existente en muchos de ellos, hace prácticamente imposible su “solución” por esta vía.
- Las herramientas de simulación permiten abarcar la incertidumbre y dinámica de la mayoría de sistemas del mundo real.
¿Para qué es útil usar un simulador?
Un simulador sirve para analizar efectos de nuevas políticas o diseños antes de la implementación, reduciendo, riesgos tiempos y costos de experimentación.
Mediante modelos de simulación se pueden analizar variaciones en el desempeño del sistema frente a cambios en los parámetros de entrada (demanda, tiempos, etc.).
De otra parte se pueden considerar e incluir en el modelo elementos organizacionales y ambientales. De este modo es posible establecer la importancia de las variables y cómo es su interacción en la operación del sistema.
El aprendizaje obtenido en las etapas de desarrollo del modelo de simulación será de gran valor a la hora de generar mejoras en el sistema que se investiga. En estas etapas se pueden evidenciar por ejemplo flujos de proceso mal diseñados y tiempos excesivos de operación.
Existen diferentes tipos de herramientas de simulación. ProModel es uno de los simuladores de eventos discretos más reconocidos en el mercado. Acá puede encontrar más información sobre ésta y otras herramientas.
